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España, segundo país de la eurozona con mayor peso del efectivo en los pagos

MADRID,2 (EUROPA PRESS)

El dinero en metálico continúa siendo el principal método de pago en la eurozona, tanto por el número de transacciones como por el importe de las mismas, aunque se observa un cambio gradual en los hábitos de pago de los consumidores hacia el pago con tarjeta, que la pandemia de Covid-19 ha acelerado, según un estudio del Banco Central Europeo (BCE), que señala a España como el segundo país del euro donde mayor peso tiene el efectivo.

En 2019, los adultos de la zona del euro utilizaron efectivo para el 73% de los pagos en punto de venta y entre personas, hasta unos 160.000 millones de transacciones, cuyo importe ascendió a 4,08 billones de euros, el 48% del total. De este modo, en ambos casos, se registró una disminución del uso del efectivo en comparación con la anterior encuesta del BCE, correspondiente a 2016, cuando el dinero en metálico se empleó en el 79% de las transacciones y el valor de estas era del 54% del total.

Durante esos tres años, el uso de tarjetas para pagos minoristas en persona aumentó en 5 puntos porcentuales, del 19% al 24%, incluyendo 18,4% de tarjetas de débito y el 5,3% de crédito, alcanzando el 41% del importe total de las operaciones, con un 30,2% en tarjetas de débito y un 10,5% en tarjetas de crédito. Casi cuatro de cada diez operaciones con tarjeta se efectuaron utilizando tecnología sin contacto en 2019.

Los pagos sin dinero en efectivo mediante teléfonos móviles, así como los realizados con cheques y otros métodos de pago representaron en 2019 menos del 1% del número total de transacciones.

Asimismo, en sus compras a través de Internet, los adultos de la zona del euro pagaron principalmente con tarjeta (49 % de las operaciones) y una de cada cuatro operaciones online se realizó mediante soluciones de pago electrónico.

Entre los Diecinueve, en términos de número de transacciones, en todos los países de la eurozona excepto en dos, el efectivo fue el instrumento de pago más utilizado, siendo Malta el que dio mayor protagonismo a los pagos en metálico, presente en el 88% de las transacciones en el punto de venta o entre personas, por delante de España y Chipre, con un 83% cada uno.

En contraste, en Finlandia y los Países Bajos, respectivamente, solo el 35% y el 34% de los pagos fueron en efectivo, respectivamente, siendo las tarjetas de débito el principal instrumento de pago por número de transacciones.

De su lado, en función del importe de los pagos realizados, el peso del pago en metálico registró sustanciales diferencias entre los países del euro, con Chipre a la cabeza (73%), por delante de España y Malta (66% cada uno), en contraste con el 33% de Bélgica, el 27% de Finlandia, el 25% en Francia y el 22% en Países Bajos.

“La libertad de los consumidores para elegir su método de pago es primordial para nosotros”, ha señalado Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE, destacando que la institución trata de asegurar que el efectivo sea aceptado, y esté disponible, en cualquier lugar de la zona del euro, a la vez que promueve la innovación en materia de pagos digitales.

Por otro lado, para entender el posible impacto de la Covid-19 en los hábitos de pago de los consumidores, el BCE ha llevado a cabo una encuesta específica al respecto en la que cuatro de cada diez participantes indicaron que utilizaban el efectivo con menor frecuencia desde el inicio de la pandemia.

“Aunque la mayoría de encuestados incluidos en esta categoría esperaba seguir con esta práctica después de la pandemia, el impacto a largo plazo en los hábitos de pago es aún incierto”, señala e BCE.


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