UGT teme que el deterioro “sea la excusa” para privatizar los servicios públicos en Andalucía

El sindicato anuncia una campaña de movilizaciones por la industria y lo público

MÁLAGA, 10 (EUROPA PRESS)

UGT Andalucía ha señalado que la pandemia del COVID-19 ha evidenciado “lo débil” que es el servicio público andaluz, por lo que temen que el deterioro que sufre actualmente “sea la excusa” del Gobierno andaluz para ir en la línea de la privatización.

La secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, y su homólogo en Málaga, Ramón Sánchez-Garrido, han analizado este jueves la incidencia de la pandemia en el tejido productivo de la comunidad, coincidiendo en que la situación laboral actual está caracterizada por la precariedad, la temporalidad de los contratos y la parcialidad involuntaria, cebándose, sobre todo, con las mujeres y los jóvenes.

Al sindicato le preocupan aspectos como desconocer el porcentaje de ERTE que van a pasar a ERE, el bajo índice que la industria andaluza aporta al PIB, así como las predicciones de los economistas, que auguran un nivel de desempleo que puede alcanzar el 30 por ciento, ha detallado la secretaria.

A estos datos, Castilla suma la necesidad de la derogación de la Reforma Laboral y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.000 euros en 2021. Estas medidas son “compromisos del Gobierno central que, si no se cumplen”, el sindicato estudiará la posibilidad de convocar movilizaciones en toda España.

En esta línea, ha anunciado una campaña de movilizaciones “desde ya” para la defensa de la industrialización y de los servicios públicos andaluces, que comienzan con la apuesta de la industria, pues la consideran “un valor seguro” y Andalucía “necesita recuperar el protagonismo” en este aspecto, evitando la “huída de empresas” y la “Incertidumbre”. Comenzarán el 16 de diciembre en el Campo de Gibraltar, y seguirán el 18 en Sevilla, frente a la sede de la Junta, y el 19 en Cádiz.

En relación con la Sanidad, Castilla ha recordado la movilización convocada el día 15 para exigir la derogación de la Orden de retirada de derechos a los sanitarios, permisos, traslados, reducciones de jornada, etcétera. La sindicalista ha defendido al sector, valorando que “han sido uno de los que más ha dado la cara durante la crisis sanitaria” y actualmente “están agotados por la pandemia y por los recortes previos”.

Desde UGT-A han destacado al sector del manipulado, “frecuentado en su mayoría por mujeres” y que “aún no recibe un salario digno”. Así, se han convocado manifestaciones los días 23, 24, 26 y 28 de diciembre en Almería “ante la paralización de las negociaciones del Convenio, que la patronal quiere firmar por debajo del SMI”.

El secretario provincial de UGT ha vuelto a recordar a los trabajadores de Canal Sur, que tienen convocada una huelga los días 22 y 23 de diciembre, rechazando la reducción presupuestaria y el bloqueo de las contrataciones por reposición de plantilla, lo que para Castilla “va en detrimento del servicio público que presta la Radio Televisión Pública de Andalucía, y supone un ataque a sus derechos laborales”.

Por último, ha aludido al alto índice de siniestralidad laboral, recordando las 99 personas fallecidas en Andalucía. Ahora, “aparece un nuevo riesgo, que es el COVID-19”, por lo que demandan aumentar el número de inspectores de trabajo, la inclusión de médicos especializados en Medicina del Trabajo y un delegado de Prevención Laboral; pues los datos “son inaceptables”.

Los sindicalistas de UGT han recordado la necesidad del diálogo social y han apelado a la “responsabilidad” de la clase política para afrontar los efectos de la crisis.

Al respecto, Castilla ha criticado la rebaja de 20 millones de euros de la Renta Mínima de Inserción: “el paro en Andalucía está en el 23,8 por ciento, pero cuando se terminen los ERTE no sabremos cuantos trabajadores pasarán a ERE; por lo que, ahora más que nunca, son necesarias medidas de protección social”. UGT-A reivindica, por tanto, a la Junta que complemente la prestación por ERTE, en especial a los trabajadores que tengan ingresos más bajos, al menos hasta alcanzar el SMI.