BNY Mellon IM ve una “burbuja” de inversión en los valores más populares con etiqueta de sostenibilidad

Prevé un 2021 muy favorable a la renta variable global y señala oportunidades en firmas en transición

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

La gestora de fondos de inversión Newton, parte del grupo BNY Mellon Investment Management, ha advertido a los inversores sobre la “burbuja” de inversión bajo criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) que “se está formando en el mercado” y que afecta a algunos de los valores más populares con esta etiqueta.

La entidad ve “oportunidades de crecimiento interesantes” en empresas en proceso de transición, es decir, aquellas empresas que actualmente no tienen una calificación ESG elevada, pero que sí tienen planes concretos para mejorar en el futuro, según ha explicado la gestora de Newton, Yuko Takano.

BNY Mellon IM cree que la renta variable global presenta unas perspectivas positivas de cara a 2021 y que la clase de activo disfrutará de un entorno “muy favorable” hacia el segundo semestre del año.

La llegada masiva de la vacuna en primavera y la consecuente recuperación, los estímulos económicos y los bajos tipos de interés resultarán positivos para la renta variable global y los rebotes se extenderán a un creciente número de sectores.

Según sus previsiones, el sector tecnológico sigue siendo atractivo, incluso después del reciente ‘rally’. “Creemos que el sector sigue siendo atractivo, ya que las empresas continúan invirtiendo en áreas como el teletrabajo y la computación en la nube”, ha asegurado Takano.

También espera encontrar oportunidades interesantes en el sector de consumo básico, que ofrece beneficios estables y resiliencia frente a pandemias, y donde el universo de inversión para los gestores de carteras sostenibles es más grande.

En su opinión, el sector del gas y el petróleo irán perdiendo atractivo en 2021 y después. Ve poco probable que el precio del petróleo regrese a los niveles del pasado, puesto que las energías renovables resultan cada vez más asequibles, y también le preocupa el impacto de los activos obsoletos, en caso de que estas empresas no sean capaces de adaptar sus modelos de negocio a la regulación sobre las emisiones de carbono cada vez más estricta.