Esta grado de protección podría atraer inversiones para su divulgación o excavación
MURCIA, 13 (EUROPA PRESS)
Situado en la cima de un pequeño cerro en el paso natural entre la Vega del Segura y el Campo de Cartagena, el poblado argárico del Puntarrón Chico dominaba este paso en plena Sierra del Garruchal, “su ubicación estratégica, dominando el paso entre los valles del Segura y la comarca de Cartagena, hacía que este poblado tuviera un gran importantancia entre los años 1.700 y 1.500 a.c”, como ha apuntado Luis Enrique De Miquel, director del Museo Arqueológico Regional, en declaraciones a Europa Press.
El descubrimiento de los restos de este poblado se produjo en la década de los años 60 del siglo pasado durante un movimiento de tierras para el cultivo. Tras esa roturación “se iniciaron dos excavaciones capitaneadas por Manuel Aragoneses, anterior Director del Museo Arqueológico Regional pero, desde entonces, no se ha vuelto a tocar nada de la zona”.
Lo dice el director del museo que alberga los descubrimientos que ha arrojado el poblado del Puntarrón Chico de Beniaján. De esas dos únicas campañas “tenemos 27 cajas catalogadas con diversos materiales encontrados y que están en los fondos del museo más 19 piezas, de gran valor, que están expuestas permanentemente”.
Entre las piezas halladas hay vasijas, cerámicas o lanzas de gran valor que dan una idea aproximada de la importancia de este poblado en época argárica. Sin embargo, de todos los fondos destaca un elemento que, por su singularidad, resalta sobre el resto. “Se trata de una pequeña vasija de cerámica destinada a guardar agua o algún líquido y que podría ser llevada por una persona”, ha resumido De Miquel quien sonríe cuando algunos colegas la señalan como un prototipo de un botijo antiguo.
Aunque, desde la Asociación ARGarruchal dedicada a la divulgación de este enclave arqueológico, van un poco más allá ya que “su origen podría ser más antiguo ya que algunos restos de vasos campaniformes podrían situarlo en el año 2.500 a.c.”, ha matizado el secretario de ARGarruchal, Juan Antonio Buendía.
MAYOR PROTECCIÓN ANTE EXPOLIOS
Otra de las cuestiones que conlleva la declaración como BIC es la protección que desde este momento tendrá el yacimiento, “ahora los expolios serán perseguidos y castigados con mayores penas por la ley” ha apuntado De Miquel.
Del mismo modo, se han expresado desde la Asociación Huermur que ha expresado que “esperamos que ahora con esta nueva protección cultural, que es la máxima que otorga la ley, se proceda por la Consejería de Cultura a instar cuantas medidas sean necesarias para asegurar la preservación de este legado histórico de nuestra tierra”.
En cambio, Buendía ha lamentado que “cuando aparecieron los restos hubo un gran expolio por parte de los vecinos de la zona que subieron buscando el ‘tesoro de los moros’ y se llevaron muchas piezas y destrozaron otras tantas”.
Desde la entidad conservacionista han manifestado que en 2019 se personaron en el expediente de protección BIC de la Consejería de Cultura, para ello presentaron alegaciones a su favor e instaron el impulso de esta protección para el singular yacimiento argárico situado en la comarca de la huerta de Murcia. Por eso, desde Huermur, ARGarruchal y el Museo Arqueológico Regional celebran este nuevo grado de protección.
UNA NUEVA DIMENSIÓN
Desde 2009 la Asociación ARGarruchal ha trabajado por dar a conocer la importancia y la relevancia de este yacimiento que “va mucho más allá de lo que se ha estudiado hasta la fecha” como ha apuntado el secretario general de ARGarruchal, Juan Antonio Buendía.
Desde la entidad que representa “hemos llevado a cabo trabajos de divulgación y de conocimiento del yacimiento”. Buendía ha señalado que “también tenemos un proyecto para crear un centro de interpretación y actividades de recuperación y excavación abiertas al público de este poblado argárico”.
Para esta asociación, “la declaración como BIC supone poder optar a ayudas y subvenciones que nos permitan retomar el trabajo y que consiga dar la dimensión que el Puntarrón Chico merece”.
De hecho, también De Miquel se muestra esperanzado con que la declaración como BIC “pueda llamar la atención de posibles patrocinadores y mecenas que quieran invertir para hacer un trabajo de excavación”. En el mismo sentido, el director del Museo Arqueológico ha recordado que “estas acciones conllevan ventajas fiscales que pudieran ser interesantes”.
UNA EXCAVACIÓN POR ÉPOCA
El presidente de Huermur, Sergio Pacheco, ha añadido que “con esta nueva declaración BIC la comarca de la huerta de Murcia cuenta con otro reconocimiento más de los altos valores patrimoniales e históricos que alberga”.
Sin embargo, De Miquel no es optimista con respecto a que puedan comenzar una campaña de excavación en el Puntarrón “planificar unos trabajos no son fáciles de organizar”. El experto ha enumerado que esta tarea requiere de un equipo que tome las riendas “normalmente del ámbito universitario”, preparar la documentación y los estudios y, a lo que hay que sumar, que muchas veces las administraciones hacen planteamientos más de emergencia que de planteamiento “casi siempre van por detrás, cuando sucede algo con un yacimiento es cuando se actúa”.
Según Luis Enrique De Miquel, la cantidad de yacimientos arqueológicos existentes en la Región de Murcia y en el propio municipio de Murcia, junto el poco dinero que hay para estas cuestiones “hace muy difícil plantear una campaña en el Puntarrón Chico”. El director museístico ha añorado que “ojalá se pudiera plantear, al menos, una campaña de excavación por época”.
Finalmente, los terrenos donde se asienta el poblado argárico del Puntarrón Chico está dentro de una finca de propiedad privada por lo que para iniciar cualquier proyecto habría siempre que contar con la autorización de los propietarios de esa zona de la Sierra del Garruchal.
- Te recomendamos -
