MURCIA, 25 (EUROPA PRESS)
Los contribuyentes con residencia habitual en la Región de Murcia tienen a su disposición en la presente campaña de la Renta una deducción de hasta mil euros por inversiones en instalaciones de energías renovables realizadas en 2020. Ésta es una de las trece deducciones autonómicas aplicadas por la Consejería de Economía, Hacienda y Administración Digital para la declaración de la Renta del ejercicio 2020, que comenzó el 7 de abril y se extenderá hasta el próximo 30 de junio.
Concretamente, los ciudadanos pueden deducirse en el tramo autonómico del IRPF el 10 por ciento de sus inversiones de hasta 10.000 euros en instalaciones de energías renovables procedentes de las siguientes fuentes: solar térmica, fotovoltaica o eólica.
Con esta medida, articulada a través de la Agencia Tributaria de la Región de Murcia, la Consejería busca animar a los ciudadanos a invertir en energías renovables para abastecer sus hogares, por sus ventajas económicas y medioambientales.
Estas deducciones son aplicables por la adquisición e instalación de placas solares térmicas, fotovoltaicas o aerogeneradores eólicos en la residencia habitual del contribuyente, o bien en una vivienda destinada al arrendamiento, siempre que éste no constituya una actividad económica.
El pasado año, esta desgravación se tradujo en un ahorro de 213.000 euros para 625 ciudadanos que presentaron su declaración de la Renta en la Región de Murcia. El ahorro medio por contribuyente fue de 340 euros.
El consejero de Economía, Hacienda y Administración Digital, Javier Celdrán, recordó que la Comunidad ha puesto a disposición de los ciudadanos “trece deducciones que pueden suponer un apoyo económico importante, y que se aplican por gastos como los de guardería, compra de material escolar y libros de texto, por nacimiento de un hijo o por inversión en una nueva vivienda de personas de hasta 35 años, entre otros conceptos”.
En la presente campaña de la Renta, la Consejería también tiene activa una deducción del 20 por ciento de inversiones de hasta 300 euros en la adquisición e instalación de dispositivos domésticos de ahorro de agua. Por lo tanto, la deducción puede llegar hasta 60 euros, y debe producirse en la vivienda habitual del contribuyente.
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