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Las familias elevan su peso en Bolsa al 17,1% y los inversores extranjeros son los principales propietarios

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Los inversores extranjeros están reduciendo su peso este año por la ‘tasa Tobin’, según BME

MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

Las familias incrementaron su peso relativo en Bolsa al 17,1% en 2020, tras cinco años de descensos, y los inversores extranjeros se mantuvieron como los principales propietarios, con el 49,9%, según las conclusiones del informe anual sobre propiedad de acciones de empresas españolas cotizadas elaborado por el Servicio de Estudios de BME.

La participación de las familias en Bolsa creció un punto en el año, hasta el 17,1%. Pese a haber roto con cinco años a la baja, BME señala que desde hace algo más de un lustro se registra una tendencia descendente como consecuencia del creciente peso de los fondos de inversión en las carteras “por su ventajoso tratamiento fiscal y por la apuesta comercial de las entidades comercializadoras”.

Por su parte, la presencia de inversores internacionales se situó en el 49,9% al cierre de 2020, tres décimas menos que el ejercicio anterior, cuando se alcanzó un máximo histórico. Los inversores extranjeros han aumentado en más de diez puntos su peso en la Bolsa española en la última década.

Entre ellos, la mayor parte internacionales, destaca el Fondo Global de Pensiones de Noruega, un fondo soberano cuya inversión en compañías cotizadas en la Bolsa española se acerca a 12.000 millones de euros repartidos en más de 80 cotizadas españolas.

El segundo mayor grupo propietario de acciones cotizadas españolas son las empresas no financieras, con el 21% del total, dos décimas más que el año anterior. Su peso conjunto ha crecido cuatro puntos en los últimos seis años, pero sigue lejos del máximo histórico del 26,1% alcanzado en 2010.

Las Instituciones de Inversión Colectiva (IIC), los seguros y otras instituciones financieras no bancarias controlaban el 6,4% de la capitalización bursátil al cierre de 2020, nueve décimas menos que el año anterior. El máximo de su serie histórica, un 10,2%, se alcanzó a finales del siglo XX.

De su lado, las Administraciones Públicas españolas controlaban un 2,9% del valor del mercado a cierre del año pasado, una décima más que el año anterior y abandonando, por vez primera desde 1998, la última posición en el ranking de propietarios de acciones. En 1992 su participación llegó a ser del 16,6% y a finales de 1998 bajó hasta el 0,6%, si bien en 2013 repuntó al 2,3% por las ayudas públicas que recibieron algunas entidades en la crisis financiera, como fue el caso de Bankia.

Fue dicha crisis financiera la que, según el informe de BME, ha llevado a la banca a ser el grupo con menor peso en la Bolsa, un 2,7%, pese a ser el tercer mayor propietario en los años noventa, con un 15,6%.

LA ‘TASA TOBIN’ HACE RETROCEDER A LOS INVERSORES

El informe de BME también recoge los datos adelantados por el Banco de España de cierre de abril, que anticipan una caída de la participación de los inversores no residentes de 6 décimas, lo que atribuye a la penalización fiscal que han sufrido las acciones cotizadas españolas con el Impuesto a las Transacciones Financieras, conocido como ‘tasa Tobin’, que empezó a aplicarse en enero.

Según resalta el informe, este impuesto, “no consensuado en el ámbito de la Unión Europea”, es el responsable de que el mercado bursátil español y por ende las principales empresas españolas cotizadas estén siendo “injustamente penalizadas” como alternativa de inversión frente a otras empresas competidoras radicadas en otros mercados europeos o no.

“El Impuesto a las Transacciones Financieras no solo perjudica a los inversores de cualquier tamaño, sino que tiene efectos muy perniciosos para las empresas, para la industria financiera y, finalmente, para España como destino de inversión”, ha advertido.

El director del Servicio de Estudios de BME, Domingo García Coto, ha apuntado que una fiscalidad competitiva de los activos financieros españoles permitiría a la economía “aprovecharse de flujos de capital internacional fuertemente crecientes en los últimos años y apalancar, de este modo, el efecto del Fondo de Recuperación europeo”.


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