Inicio Economía Ibercaja estima una recuperación de los niveles previos a la pandemia de...

Ibercaja estima una recuperación de los niveles previos a la pandemia de la economía española para mitad de 2023

ZARAGOZA, 1 (EUROPA PRESS)

Ibercaja estima una recuperación de los niveles previos a la pandemia de la economía española para mitad de 2023. El equipo de análisis de Ibercaja Gestión prevé que en el último trimestre de este año se consolidará el inicio de la recuperación económica, aunque se mantienen los riesgos derivados de la evolución de la pandemia por las consecuencias de las variantes del virus, así como por el ritmo de inmunización.

La evolución de la pandemia durante los últimos meses “deja por un lado el éxito de la comunidad científica, al haber conseguido crear y validar en tiempo récord numerosas vacunas que consiguen porcentajes superiores al 70-75% a la hora de evitar hospitalizaciones graves pero, por otro lado, las sucesivas mutaciones y variantes del virus posiblemente obligarán a administrar una tercera dosis al menos a personas en edad avanzada, acelerar la inmunización en países con menores recursos, así como implementar nuevas restricciones de movilidad en aquellas situaciones en las que el nivel de infección así lo aconseje”.

En cualquier caso, “en los últimos doce meses la sociedad en su conjunto ha logrado superar uno de los momentos más críticos y hay que ponerlo en valor”.

En términos de crecimiento económico, el año 2021 va a consolidar el inicio de la recuperación económica. Algunos países como España o Reino Unido, que sufrieron caídas de doble dígito en su PIB en 2020, “todavía necesitaran entre 12 y 18 meses adicionales para recuperar los niveles previos de riqueza, lo que supone que hasta mediados del año 2023 no se pueda hablar de recuperación completa”.

Sin embargo, otras economías como Estados Unidos o China ya han recuperado el terreno perdido “gracias a la enorme batería de estímulos fiscales en el primer caso y a la fase más adelantada del ciclo en el segundo”.

“Europa tiene una oportunidad de oro de desarrollar acciones e iniciativas que asienten la recuperación no sólo en el último trimestre de este año sino en los próximos dos años gracias a los fondos europeos NGEU. Con cierto retraso, el dinero ya ha comenzado a filtrarse en los países europeos y España o Italia son dos de los más beneficiados”.

Durante la primera parte de este año, y seguirá presente en el último trimestre también, “la rotura de stock en el sector de semiconductores va a drenar algunas décimas de crecimiento dado su importancia transversal en infinidad de sectores, como puede ser el tecnológico o el de automoción, entre otros”.

Otro de los frentes abiertos lo tenemos es una mayor regulación, bien por parte de las autoridades americanas y europeas sobre las compañías tecnológicas, o bien por parte de China sobre determinados nichos empresariales donde considera que debe actuar para garantizar un acceso más atractivo para su ciudadanía, han continuado.

Uno de los últimos casos recientes ha sido sobre el sector educativo fuera del horario lectivo, donde ha eliminado de facto la posibilidad de tener beneficios a varias empresas del sector, “sembrando de nerviosismo a la comunidad inversora extranjera”.

En cualquier caso, “no hay que olvidar que la economía china supone el 16,9% con datos de 2020 del PIB mundial, por lo que es una región para tener en cuenta si se busca crecimiento a largo plazo por encima del resto del mundo, lógicamente sin perder de vista los riesgos inherentes”.

ACCIONES CONJUNTAS

La política fiscal “seguirá teniendo un papel fundamental en la recuperación económica. Las reglas fiscales europeas, que marcan el déficit y deuda máxima que pueden tener los países, quedaron en suspenso en marzo de 2020 debido a la pandemia. Es por ello por lo que los países impulsaron fuertes planes de gasto como se puede apreciar en la evolución de las diferentes balanzas fiscales”.

La crisis ha elevado hasta cifras “cuestionables” los niveles de deuda pública, “pero para hacer un análisis riguroso, debemos de vigilar tanto el denominar en la ecuación deuda sobre PIB como el nivel de los tipos de interés”. De momento, “el crecimiento es vigoroso y sólido y los bancos centrales mantienen políticas de tipos próximas a cero tanto en Europa como en EEUU, por lo que la situación está controlada”.

El rumbo de la política monetaria de nuevo “será clave” para tratar de anticipar el comportamiento no sólo de la economía sino también los activos financieros.

Tras revisar la estrategia de la política monetaria el BCE el pasado mes de julio, se fijó con el objetivo de mantener la estabilidad en los precios un nuevo objetivo de inflación simétrico anual del 2% en el medio plazo sustituyendo así el tradicional objetivo de lecturas cercanas, pero por debajo del 2%.

“Este cambió está en línea por lo anunciado hace ya unos trimestres por la FED por lo que, dados los niveles actuales de inflación, los niveles de deuda pública elevados y el ‘forward guidance’ enunciado, se mantendrán en Europa los tipos de interés bajos durante mucho más tiempo del inicialmente previsto”.

En el caso de Estados Unidos, “partiendo de que siempre toman la delantera entre seis y doce meses respecto a Europa en la toma de decisiones de política monetaria, el consenso de analistas apenas anticipa una subida acumulada de 100 puntos básicos para mediados del año 2024, iniciándose la reducción del ritmo de compras de activos, el proceso denominado tapering, en la última parte de este año 2021”.

RENTA FIJA PRIVADA Y VARIABLE

Con estos antecedentes, “entendemos como lógico el buen comportamiento tanto de la renta fija como de la renta variable durante este año. En el primer caso, la política actual de tipos de interés y el riesgo bajo que existe de ver cambios en el corto plazo, sostiene los niveles actuales de TIR en el mercado”.

“Gran parte de la curva en los países europeos continua con rentabilidades negativas y es por ello por lo que apreciamos una menor oportunidad de aquí en adelante a los niveles actuales de rentabilidad, seríamos prudentes a la hora de aumentar la exposición”, han indicado.

En cuanto a la renta fija privada si bien es verdad que la recuperación ha sido importante, “implícitamente asumiendo un mayor nivel de riesgo siguen existiendo oportunidades siendo más selectivos que en el pasado. En aquellos mercados como el ‘high yield’ no es descartable incluso nuevas mejoras a medida que la recuperación económica se traduzca a los balances de las empresas”.

“En cuanto a la evolución de la renta variable, partimos de rentabilidades positivas próximas al 20% en los mercados occidentales este año. Es muy posible que en los próximos meses tengamos nuevos episodios de volatilidad ya que los niveles de complacencia medidos por diferentes indicadores son elevados”.

RECORRIDO

Como conclusión, “la recuperación económica actual sigue teniendo recorrido apoyada tanto desde el punto de vista fiscal como monetario. Las cifras de crecimiento del PIB para el año 2023 están siendo revisadas al alza por las diferentes instituciones y casas de análisis lo que avala nuestro escenario base”.

El consumidor seguirá jugando un papel “fundamental” en este proceso de recuperación sustentado por un aumento de la renta disponible, con crecimiento de salarios y mejora en las tasas de desempleo, así como por una reducción del ahorro acumulado durante los últimos doce meses amparados en menores restricciones por la pandemia.

“Entre los riesgos que pueden desvirtuar la recuperación, además de un agravamiento de las nuevas variantes situamos un bajo nivel de inoculación en los países con menos recursos que ralentice la inmunización global necesaria para reducir al mínimo posible las afecciones negativas de la COVID-19”.


- Te recomendamos -
Artículo anteriorEl sector inmobiliario lidera el mercado transaccional español con 332 fusiones y adquisiciones hasta agosto
Artículo siguienteFalabella sale de pérdidas y se anota un beneficio de 150 millones en el primer semestre
Foto del avatar
Equipo de la redacción central de EditorialOn. Somos muchos, de sitios muy distintos y vivimos por y para la información.