VALLADOLID, 29 (EUROPA PRESS)
El consejero de Economía y Hacienda de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha expresado la preocupación por la alta inflación, con un dato “particular negativo” del Índice de Precios de Consumo (IPC) que llega al 5,6 por ciento interanual en noviembre, y ha incidido en el “impacto” de los costes energéticos para el conjunto de España que ha tenido el “error” del Gobierno central con el “cierre anticipado” de la minería y la térmica.
Fernández Carriedo, en el marco de la presentación de la contabilidad regional correspondiente al tercer trimestre del año, ha apuntado que el Ejecutivo autonómico había “anticipado” esta inflación, “preocupaba especialmente” y ahora se ve que se “constata”.
“Esta es una realidad”, ha añadido el consejero, quien ha explicado que cuando hicieron las previsiones económicas ya tuvieron en cuenta esta evolución de la inflación tan alta, con “el peor dato de los últimos 29 años”, ya que hay que remontarse a 1992 para encontrar un nivel tan elevado, que tiene un “impacto muy relevante” sobre las empresas, pymes y autónomos, que pueden ver recortados sus márgenes de rentabilidad y, en algún caso, entrar en situación de rentabilidades negativas.
Esto, ha afirmado el consejero, se está viendo en algunos sectores productivos, como la agricultura, la ganadería o el sector industrial, especialmente aquellos que han visto incrementar más el coste de las materias primas y de los productos energéticos, que tienen dificultades para derivar al mercado vía incremento de precios finales.
Por otro lado, ha incidido en que este incremento de costes, “lógicamente”, está teniendo un efecto directo sobre la capacidad adquisitiva de los trabajadores y, por tanto, de las retribuciones del conjunto de los empleados.
Así, tras algunos años con incremento del poder adquisitivo, básicamente en un contexto de bajas inflaciones, ahora se ve “todo lo contrario”, con una pérdida de poder tanto para trabajadores en general como para empresas, pymes y autónomos.
“La inflación es el impuesto que grava especialmente al ahorro y dificulta la vida del conjunto de la sociedad”, ha asegurado Fernández Carriedo.
SUBIDA SALARIAL
En cuanto a los empleados públicos, ha aclarado que lo que se tiene previsto en el presupuesto de la Comunidad es la aplicación de la normativa básica del Estado, que establece un incremento retributivo del 2 por ciento para el próximo año.
Sin embargo, esa subida frente al 5,6 por ciento de incremento de los precios va a determinar para el conjunto del país y para Castilla y León que es extensible al conjunto de los trabajadores.
En el caso de Castilla y León, ha recordado que a finales de este año se incorporará la Carrera Profesional a las retribuciones de los empleados públicos, lo que supone un incremento de salarios, pero ha lamentado que este “esfuerzo” de la Junta por reconocerla se produzca en un contexto de “muy alta inflación” y en un contexto generalizado de situación de especial dificultad de trabajadores, pymes, autónomos y empresas, cuando es partidario de fomentar el consumo.
En cuanto a posibles subidas salariales en los convenios que se están negociando y el esfuerzo que pudieran hacer a este respecto los empresarios, Fernández Carriedo ha asegurado que la experiencia “demuestra” que en épocas con crecimiento económico, con aumento de la productividad y competitividad, “permite y ha permitido históricamente la mejora de las retribuciones y la mejora también de la capacidad adquisitiva”.
Por tanto, la base para el incremento de las retribuciones es que la economía crezca, que se tengan mejoras de las capacidades productivas y de los niveles de competitividad de la economía, “pero en un contexto de dificultades para muchas empresas esto se complica y, por tanto, la situación general en donde habría que hacer hoy un esfuerzo en el conjunto de España es en recuperar los niveles de competitividad y en hacer que ésta creciera, al igual que la productividad, la economía y el empleo.
En el caso de Castilla y León, ha incidido en el aumento de las exportaciones, una “demostración” de que se está mejorando los niveles de competitividad porque se puede seguir aumentando la cuota de participación en el conjunto de los mercados internacionales, ya que los productos de Castilla y León son bien valorados por su calidad y su precio.
“Y esta es la base, lógicamente, para que en algunos convenios colectivos, pues se pueden establecer retribuciones al alza”, ha agregado el consejero, quien ha aclarado que “lo que no cabe duda es que una inflación del 5,6 por ciento está deteriorando tanto los márgenes de las empresas, pymes y autónomos como la capacidad adquisitiva de los trabajadores”.
Fernández Carriedo ha añadido que la inflación “no beneficia a nadie” y “especialmente” perjudica a las personas que tienen recursos ahorrados y a las personas que tienen menor nivel de renta, cuya propensión al consumo es más alta.
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