PALMA, 14 (EUROPA PRESS)
La diputada de Unidas Podemos por Baleares en el Congreso, Lucía Muñoz, ha afirmado este martes durante la sesión plenaria que “los Estados deberían poder financiarse de forma directa a través del Banco Central Europeo (BCE) bajo las mismas condiciones que la banca privada”.
“Si las administraciones públicas españolas hubiesen podido obtener préstamos a través del BCE en idénticas condiciones a las de las entidades bancarias, nos habríamos ahorrado más de 345.000 millones de euros desde el 2000”, ha añadido la diputada.
Según ha explicado la formación en nota de prensa, Muñoz ha hecho estas declaraciones en el debate sobre una Proposición No de Ley para la aprobación de un grupo de estudios ante la posible implantación de un euro digital.
Sobre esto, el Grupo Confederal de Unidas Podemos ha mostrado su apoyo a la iniciativa, recalcando que este euro digital “debería estar custodiado y protegido por el BCE y debe permitir que la ciudadanía pueda acceder a ese método de pago, por ejemplo, en sus dispositivos móviles o en el propio BCE, sin requerir para su uso la posesión de una cuenta bancaria tradicional en una entidad privada”.
“Un euro digital tendrá que tener las mismas características que las que tiene un euro físico y estará emitido y respaldado por el Eurosistema y los bancos centrales nacionales para que toda la ciudadanía y las empresas puedan usarlo como medio de pago”, ha defendido Muñoz.
“No debe plantearse en modo alguno como un elemento que sustituya al euro físico, sino que lo complemente, aprovechando las ventajas de rapidez, seguridad y bajos costes en las transacciones”, ha subrayado.
Asimismo, la diputada ha señalado que “quienes primero sufrirían las consecuencias de esta iniciativa serían las entidades bancarias privadas. Si tenemos euros digitales y no necesitamos tanto dinero en cuentas bancarias porque podemos ahorrar en este nuevo instrumento creado por el BCE, los bancos pierden una importantísima fuente de financiación”.
En ese sentido, Muñoz ha considerado que “no debería preocupar lo que piensen las entidades bancarias privadas si no fuese porque el BCE actúa más bien a su servicio que al de sus accionistas, los Estados”.
“Si de verdad queremos recuperar el control democrático del dinero, empecemos por controlar democráticamente el BCE”, ha concluido.
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