GSK planta 250 árboles y arbustos para contribuir a la reducción de CO2 en la atmósfera

MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

GSK Consumer Healthcare ha cumplido su compromiso con la ONG Reforesta y ha plantado 250 árboles y arbustos en una zona carente de vegetación a las afueras de Madrid, en la población de Meco, para contribuir a la reducción de CO2 en la atmósfera.

Entre las especies plantadas se encuentran especies autóctonas, preparadas para una correcta adaptación al terreno, como encinas o pinos, y arbustos de distinto tamaño como espantalobos, cornicabras o retamas.

La plantación de la ‘Arboleda de GSK’, tal y como fue denominada por parte de los empleados a este proyecto, ha sido realizada con la colaboración de la ONG Reforesta y liderada por el director general de la compañía en España, Davide Fanelli.

Los fondos necesarios para llevar a cabo esta acción han sido costeados íntegramente por los empleados de GSK Consumer Healthcare España. “Esta acción, que puede parecer pequeña a ojos de muchos, para nosotros representa un valioso gesto que marca un hito en nuestro camino por la sostenibilidad. Plantar estos árboles ayudará a reducir al año varias decenas de toneladas de CO2”, afirma Fanelli.

“Una reducción que se suma a las muchas otras que estamos implementando en nuestros sistemas productivos cada vez más sostenibles, en nuestros materiales y empaquetados, reciclables y en nuestras políticas de trabajo, orientadas a reducir nuestra huella ecológica”, ha añadido.

Asimismo, con este proyecto de reforestación, “se contribuye a recuperar una zona en riesgo de desertificación, fenómeno que afecta potencialmente a las tres cuartas partes de España”.

Para Miguel Ángel Ortega, de Reforesta, “la aportación de compañías como GSK es clave para ampliar el alcance de nuestro trabajo, y es un reflejo del creciente compromiso empresarial con la mejora del estado de salud de nuestro planeta”.

En este sentido, ha destacado que la deforestación y desertificación de España es el resultado de la acción humana “durante miles de años”, recuerda Ortega. “Revertirlas es una enorme tarea que comenzó a finales del siglo XIX y va a requerir el esfuerzo de varias generaciones. Y ahora, debido al contexto de cambio climático y emergencia ecológica, es más necesaria que nunca la colaboración de las empresas y de todos los agentes sociales”, concluye.