VALÈNCIA, 12 (EUROPA PRESS)
La hostelería de los barrios de València afronta la Semana Santa con bajas expectativas, ya que prevé facturar un 36,5% menos que en el mismo período de 2019. Como causas, el sector apunta a que son más los valencianos que se desplazan a otros destinos que los turistas que llegan a la ciudad, la preocupación de las pymes por el actual contexto derivado del conflicto de Ucrania y sus consecuencias económicas o que “todavía no hay un final definitivo para la crisis de la COVID”.
Así se desprende del estudio de perspectivas de Semana Santa 2022 realizado por la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de València, que pone de manifiesto que la hostelería y los locales de ocio del ‘cap i casal’ aún tendrán que esperar para recuperar las cifras pre-pandemia.
El análisis, realizado a través de una encuesta, recoge que el 62,5% de los locales preguntados prevé que su actividad económica será peor que la de hace tres años, el 25% que será igual y el 12,5% que será mejor que en 2019. Además, solo 12,5% tiene previsto incrementar la plantilla entre una o dos personas.
Sobre el grado de preocupación por la actual coyuntura geopolítica y socioeconómica y las consecuencias que pueda tener en su actividad, los encuestados lo sitúan en 9,1 puntos sobre 10.
No obstante, el 86,67% de los locales de hostelería participantes en el sondeo aseguran que estarán abiertos. Asumen así que, históricamente, la Semana Santa no ha tenido un impacto turístico altamente positivo sobre la actividad de la hostelería de la ciudad, a diferencia de otras zonas de playa y del interior de la Comunitat.
De hecho, un 47,8% de los encuestados señala que, en la era pre-COVID, la hostelería de la ciudad de València facturaba menos en Semana Santa que en cualquier otra semana del año.
La encuesta también recoge datos sobre la procedencia de los clientes, que evidencian que la ciudad no es una de las principales beneficiarias de las buenas expectativas de desplazamientos turísticos hacia la Comunitat. Bares y restaurantes indican que el 58,25% de sus clientes serán de la ciudad y de la provincia, el 18,75% del resto de la Comunitat, el 18% de otras partes de España y el 6,25% de países de la Unión Europea.
EL AUMENTO DE GASTO NO SE NOTARÁ EN CAJA
En cuanto al gasto medio, el ticket de consumo por persona se sitúa en 19,1 euros, tres euros más que el de las pasadas Fallas. Sin embargo, para los hosteleros encuestados, esta variación apenas se nota en caja porque la cesta de su compra se ha incrementado un 25% en los dos últimos meses.
Por su parte, los pubs y discotecas prevén una facturación prácticamente igual que la de los bares y restaurantes: un 36,6% menos de lo que facturaron en 2019, con un ticket medio por cliente que baja a 16 euros.
Ante estas cifras, desde la coordinadora lamentan que “tras una semana fallera pasada por agua y una nueva coyuntura económica llena de incertidumbres, los datos turísticos para la Semana Santa en València no generan, de momento, las grandes expectativas que tienen las poblaciones costeras y el turismo de interior de la Comunitat Valenciana”. No obstante, confían en la progresiva recuperación del turismo urbano conforme avance la presente temporada.
- Te recomendamos -
