MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La consellera balear de Familias y Asuntos Sociales, Catalina Cirer, ha abordado en una reunión en Madrid con el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, la agilización del Ingreso Mínimo Vital (IMV) para que llegue con más “celeridad” a quien lo necesite, a la vez que han tratado el sistema de tarjetas monedero que correrá a cargo de las Comunidades Autónomas a partir de 2025.
Así lo ha detallado Cirer en declaraciones a los medios tras reunirse este martes con el ministro, de quien ha destacado su “voluntad” de llevar al Consejo de Ministros los temas que ambos dirigentes han tratado, así como a llegar a un “consenso” con todas las regiones para que haya un “cambio de modelo” y que la dependencia reciba más recursos.
En concreto, la consellera ha trasladado a Bustinduy la necesidad de que el IMV case con una prestación propia de Baleares. Pese a que el ingreso es competencia del Ministerio de Inclusión, el ministro se ha comprometido a trabajar para que llegue “al mayor número de personas”, con “más celeridad, menos democracia” y haciendo posibles unas “rentas más ágiles para las personas que lo necesitan”.
También han tratado el nuevo sistema de tarjetas monedero que correrá a cargo de las comunidades a partir de 2025, cuando Europa deje de dar ayudas a la asociaciones que reparten alimentos en abril de 2024. Desde entonces y hasta el próximo año, el Gobierno se hará cargo de los gastos, pero introducirá un sistema mixto que compaginará el reparto de fondos a asociaciones con la tarjeta monedero.
“Nos harán el acompañamiento, el seguimiento y la dotación económica todo este 2024 y nos dejarán a partir de 2025 que seamos las CCAA las que adaptemos, ya libremente, nuestra realidad social y necesidades de los usuarios al sistema que consideremos”, ha detallado, pidiendo más “transparencia” al ministro para saber concretamente qué tipo de sistemas podrán adoptar los territorios el año próximo.
CAMBIO DE MODELO DE DEPENDENCIA
Cirer y Bustinduy han coincidido en la importancia de que haya un “cambio de modelo” con las ayudas a la dependencia que esté “centrado más en la persona, sentado más en su entorno, no tanto en el ámbito residencial”. También han estado de acuerdo en llevar a cabo una “desinstitucionalización” de las personas como un “camino largo plazo”.
“Dependencia, igual que hemos puesto sobre la mesa la sanidad o la educación, necesita muchos recursos económicos para funcionar bien y dar las atenciones que merecen los pacientes”, ha esgrimido la consejera autonómica, que ha recordado que, con una población cada vez más envejecida, se deben velar por sus derechos una vez obtengan la valoración de dependencia.
También ha pedido al ministro que cuente con las comunidades con cada cambio normativo “que se tenga que hacer”, subrayando que existen distintos mecanismos de relación bilateral y multilateral para abordar “estas cuestiones”.
NO SE CAMBIARÁN BAREMOS DE DISCAPACIDAD
La consellera balear también ha abordado con Bustinduy la dificultad que tiene el archipiélago con los baremos para la valoración de la discapacidad, aunque en este caso el Ministerio “ha sido inflexible” y ha considerado que “son unos baremos muy válidos” y que las entidades “lo gestionan muy bien”.
Por este motivo, desde el Govern tendrán que “ser más ágiles y adaptar nuestros sistemas informáticos” para que no nos crezcan las listas de espera, como está ocurriendo ahora en Baleares y otros territorios.
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