El Gobierno está desarrollando un Plan de Recuperación para la Transformación Económica (Perte) dirigido al sector de la conservación y la acuicultura con una asignación de 50 millones de euros

MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

El Ministerio de Agricultura está trabajando para lanzar un Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (Perte) de la industria de transformación de conservas de pescado y acuicultura, que contará con un presupuesto de 50 millones de euros.

Así lo ha anunciado este lunes la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Mariola Torró Soler, durante su comparecencia en el Congreso para dar cuenta del avance de estos proyectos estratégicos financiados con fondos europeos en forma de subvenciones y préstamos. El 50% del presupuesto del Perte lo asumirá Industria, según ha explicado la secretaria de Estado.

La ‘número dos’ de Industria ha enmarcado los fondos al sector conservero dentro del Perte Agroalimentario, que en su primera convocatoria limitó la participación en el ámbito de la investigación y el desarrollo y por eso ahora se estudia esta partida para el sector de la transformación de conservas, que tiene como fin avanzar “en la transformación del sector agroalimentario”.

NUEVA CONVOCATORIA DEL PERTE AGRO

Mariola Torró ha enmarcado este Perte dentro del Perte agroalimentario, que en los próximos meses contará con una nueva convocatoria más flexible que la anterior y que estará dotada con 300 millones de euros, entre subvenciones y préstamos, y que previsiblemente se dividirán en dos oleadas “para poder llegar a más empresas y adaptarnos a su planificación”.

La primera convocatoria del Perte Agro adjudicó 182 millones de euros en ayudas destinadas a 286 proyectos primarios, de 224 empresas, con actuaciones en 14 comunidades autónomas. “Estamos en disposición de introducir cambios para ser más flexibles y ponérselo más fácil a las empresas”, ha explicado la secretaria de Estado.

Algunos cambios que maneja la Secretaría de Industria son un nuevo esquema de presentación de solicitudes que se base en proyectos individuales, así como reducir la inversión mínima de los proyectos financiables para facilitar un mayor grado de participación de las pymes.