BILBAO, 23 (EUROPA PRESS)
Aefame, Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi, ha destacado el “papel básico” que pueden jugar las empresas familiares en la reactivación económica y ha destacado la necesidad de crear un entorno que afiance las raíces de la empresa familiar y la familia empresaria en Euskadi para que se convierta “en un ecosistema que propicie la consolidación y crecimiento de estas compañías”.
Esta reflexión ha sido realizada por los responsables de Aefame con motivo de la celebración de su Asamblea Anual, celebrada en la Torre Iberdrola de Bilbao.
La primera parte de la Asamblea ha estado dirigida exclusivamente a los socios, a quienes el director de Aefame, Gaizka Zulaika, ha trasladado las cifras relativas a la evolución de la asociación y los objetivos estratégicos para 2021.
Aefame está integrada en la actualidad por 61 compañías de los tres territorios, cuya facturación agregada es superior a los 13.900 millones de euros, -lo que supone el 20% del PIB de Euskadi- y que dan empleo a más de 148.000 personas.
Entre las empresa asociadas a Aefame, el 54% procede de Bizkaia, un 30% de Gipuzkoa y el 16% pertenecen a Álava. Por sectores, el industrial aglutina el mayor número de empresas, que representa más de la mitad de los asociados (54% del total); seguido del sector del comercio y la distribución (21%); el 13% de la construcción y materias primas, y del sector servicios, que representa un 3% del total.
Posteriormente ha comenzado la parte abierta, a la que junto a los asociados, han acudido representantes institucionales y responsables de otras empresas vascas. En concreto, han estado presentes, entre otros, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria; la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bilbao, Amaia Arregi; el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el director general ejecutivo del IEF José Luis Blanco, entre otras personalidades.
EMPRESAS FAMILIARES
La inauguración oficial y el cierre del acto ha corrido a cargo del presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi y presidente de Sener, Andrés Sendagorta, quien ha subrayado que la empresa y la familia son dos “pilares esenciales” de la sociedad y ha subrayado que las empresas familiares han sido “claves” en el desarrollo económico de Euskadi “desde hace cientos de años”.
Sendagorta ha destacado la necesidad de crear un entorno que fortalezca este entramado y afiance las raíces de la empresa familiar y la familia empresaria para que Euskadi “se convierta en un ecosistema que propicie la consolidación y el crecimiento de estas compañías”. “Un ecosistema competitivo y atractivo para las empresas familiares”, ha indicado el presidente de Aefame que ha apelado a la colaboración público-privada y a tomar medidas en el ámbito de la educación, las relaciones laborales, la fiscalidad y las infraestructuras.
El presidente de Aefame ha señalado que son “tiempos difíciles” pero las empresas familiares son “un aliado imprescindible” para encontrar “la solución” y ha destacado su “enorme compromiso” en la actual situación.
Además, desde Aefame se ha recordado que la empresa familiar ha colaborado activamente en el relanzamiento de la actividad económica y la recuperación del bienestar y del empleo en una “época inédita” donde las empresas se han tenido que “reinventar casi cada día”.
Según han destacado, la empresa familiar jugará un papel clave para llevar adelante el proceso de relanzamiento, recuperación y transformación que tiene que abordar el país y ha recordado que la empresa familiar supone el 84% del tejido productivo de la economía vasca, por lo que se puede decir que “es su columna vertebral”.
Además, desde la asociación, se ha apuntado que la empresa familiar es un “claro contribuyente” de generación de empleo, al representar el 55,45% del empleo del País Vasco. Por lo tanto, ha apuntado que su papel es básico en la reactivación económica.
En este sentido, Aefame ha subrayado que la iniciativa privada “está siendo y será básica” en la recuperación económica del país, para sentar las bases de un “escenario sólido y de un futuro sostenible”. “Para recuperar el terreno perdido y salir de la crisis, es básica la colaboración de los sectores público y privado”, ha añadido.
En la asamble, Aefame ha subrayado que los efectos de la pandemia se han dejado notar en muchas esferas del día a día y está suponiendo una readaptación de estrategias, procedimientos, esfuerzos y protocolos.
Según han apuntado, la pandemia ha obligado a las empresas a adaptarse a situaciones “cambiantes, imprevistas y desconocidas”, y las empresas familiares y familias empresarias socias de Aefame están “soportando la crisis intentando que afecte lo menos posible a su actividad y al empleo”.
Según ha insistido Aefame, en las últimas décadas, la empresa familiar ha actuado como un “factor de competitividad clave” en la economía vasca, dotando al tejido económico empresarial y a la sociedad de “estabilidad y contribuyendo al crecimiento económico”.
En este sentido, Aefame ha subrayado que, en ese escenario, el “círculo virtuoso” de competitividad conformado por la empresa familiar, la sociedad y las instituciones debe ser el modelo a desarrollar y fomentar. Asimismo, la apuesta por la innovación y la evolución tecnológica y su alineación con el talento, son aspectos que la asociación tratará de impulsar entre los socios como factores de éxito.
También ha intervenido la directora territorial del Banco Santander en Euskadi, Patricia Arias, quien ha señalado que se está ante un “año complejo” en el que las empresas han concentrado el esfuerzo en “mantener la calma” ante una situación “sobrevenida” y en “trabajar muy duro”.
Arias ha destacado el trabajo “ejemplar” de las empresas para asegurar su liquidez y adaptarse a la nueva situación y ha señalado que el Banco Santander ha tratado de ser parte de “la solución”. En este sentido, ha señalado que en Euskadi se han formalizado 1.350 millones en préstamos y créditos con avales público, un 27% de la cuota total en el País Vasco, y otros 2.000 millones sin avales públicos.
- Te recomendamos -
