IPC son las siglas de Índice de Precios al Consumo
El IPC es un indicador económico que mide la variación del coste de la vida y del poder adquisitivo de los ciudadanos en un lugar (País, región, provincia…) y tiempo (mensual, anual) determinados.
¿Cómo se calcula el IPC?
El IPC se utiliza para medir el impacto de las variaciones en los precios en el coste de vida. Para ello se seleccionan productos concretos, que se asemejan al consumo de la una familia media, como pueden ser determinados productos de alimentación, calzado y textil, carburantes, transportes, servicios… y se realiza un seguimiento de sus precios durante un tiempo delimitado y concreto, que suele ser mensual, trimestral y anual. Se utilizan productos que se adquieren de manera habitual y que suponen el principal desembolso de las familias en su consumo.
Por tanto el IPC mide los cambios en los precios de este conjunto definido de productos y servicios. Si durante el análisis este índice es positivo diremos que el IPC ha aumentado. Es decir, que el coste de vida se ha incrementado, ya que los productos de consumo básico han sufrido un aumento en sus precios. Y al contrario, si el índice es negativo diremos que el IPC ha decrecido. Esto es, que el coste de vida ha bajado, puesto que los productos de consumo básico han registrado una bajada en sus precios.
Características del IPC
El IPC tiene que contar con dos características fundamentales para considerase fiable:
- Debe ser representativo y fiable, de forma que se seleccione una muestra representativa y ponderada de todos los productos y servicios de los principales consumidores.
- Debe ser medible y comparable en tiempo y espacio, esto es, que se pueda asemejar y comparar con la misma medida en diferentes tramos de tiempo y además sea semejante al resto de países.
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