Dentro del mundo del emprendimiento existen diferentes tipos de emprendedores. Estos se pueden clasificar en función del tipo de startup que desarrollen, pero también de su experiencia en el mundo de los negocios o incluso del tipo de financiación con la que cuenten. Precisamente el emprendedor inversionista se puede definir por esto último: se trata de un profesional con interés en crear sus propios negocios y con un patrimonio disponible para invertir.
¿Qué es un emprendedor inversionista?
El emprendedor inversionista es una persona que cuenta con los recursos necesarios para invertir o crear su propia startup. Tras haber reunido cierto capital, los emprendedores inversionistas lo invierten en proyectos que les pueden garantizar más rentabilidad en el largo plazo. Este es su principal objetivo: lograr que su patrimonio crezca. A través de estas inversiones, se convertirán en socios de la empresa emergente o pasarán a formar parte de su estructura.
La revista ‘Emprendedores’ afirma sobre este tipo de emprendedores que disponen de capital y deciden invertirlo en un nuevo proyecto. En cambio, no se encargan de las gestiones del día a día, por lo que están más distanciados del proyecto. Esto puede llevarlos al desinterés o abandono de la idea. Dentro de esta clasificación también se incluyen los emprendedores que apuestan por ideas de negocio con la intención de que las compañías escalen y alcancen el ‘exit’ (estrategia de desinversión) y obtener rentabilidad a cambio.
Existen dos tipos de emprendedores inversionistas:
- Emprendedores que invierten en sus propios proyectos. Son aquellos que deciden crear nuevas empresas y financiarlas con sus recursos económicos.
- Emprendedores que invierten en ideas ajenas. Dedican su patrimonio a startups ideadas por otras personas y forman parte de ellas como socios. Es el caso de los profesionales que impulsan empresas emergentes a través de incubadoras o aceleradoras.
Características del emprendedor inversionista
Cada emprendedor y cada startup tiene sus propias características. No obstante, hay algunas que comparten los emprendedores inversionistas:
- Tienen capital. Se trata de profesionales con recursos económicos y con interés por el mundo empresarial y la innovación.
- La rentabilidad es su principal objetivo. Más allá de encontrar una novedosa solución a un problema, realizan inversiones para obtener beneficios económicos a largo plazo. Invierten en proyectos muy escalables, que les permiten obtener rendimientos en poco tiempo si el proyecto resulta exitoso.
- Tiene experiencia en negocios. Se trata de personas con un amplio currículum en inversiones y en creación empresarial.
- Miedo al riesgo. El emprendedor inversionista sabe identificar oportunidades de éxito, pero según Adecco, tiene más miedo al riesgo que otro tipo de emprendedores. Esto puede llevarle a frenar algunas inversiones.
- Optimismo. La aversión al riesgo no les impide ver oportunidades en cualquier situación.
- En busca del éxito. Se trata de personas que, aunque no tienen prisa por lograr sus objetivos, sí suelen marcarse metas ambiciosas.
- Alejados de la gestión diaria de los proyectos. La revista ‘Emprendedores’ identifica un punto débil para este tipo de emprendedores: consideran que, si la motivación es únicamente el dinero, esa motivación será insuficiente para sacar adelante el proyecto si hay dificultades o la empresa atraviesa un bache.
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