MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Los países donantes han decidido transferir 280 millones de dólares (cerca de 247,5 millones de euros) en fondos de reconstrucción para Afganistán antes de que finalice el año, siendo los receptores el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), según ha anunciado el Banco Mundial.
“Esta decisión es el primer paso para la readaptación de fondos en la cartera del Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Afganistán (ARTF) para dar ayuda humanitaria al pueblo de Afganistán en este momento clave”, ha manifestado el organismo a través de un comunicado.
Asimismo, ha resaltado que “UNICEF y el PMA tienen presencia y capacidad logística sobre el terreno en Afganistán y usarán estos fondos para cubrir los agujeros de financiación en sus programas existentes para dar servicios sanitarios y de nutrición directamente al pueblo afgano, según sus propias políticas y procedimientos”.
El Banco Mundial ha detallado que UNICEF recibirá cien millones de dólares (alrededor de 88,4 millones de euro) para dar “servicios sanitarios esenciales” en alianza con la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que el PMA recibirá 180 millones de dólares (unos 159,1 millones de euros) para “incrementar las operaciones de seguridad alimentaria y nutrición en el país”.
En este sentido, ha hecho hincapié en que esto permitirá a UNICEF dar “servicios sanitarios básicos y esenciales a 12,5 millones de personas y vacunar (contra el coronavirus) a un millón de personas”, mientras que el PMA podrá dar ayuda alimentaria a 2,7 millones de personas y asistencia nutricional a cerca de 840.000 madres y niños.
“El Banco Mundial seguirá trabajando con los donantes del ARTF para desbloquear nuevos fondos del ARTF para apoyar al pueblo afgano”, ha remachado el organismo, en un momento en el que el país hace frente a una grave crisis económica y humanitaria, ahondada por la congelación de fondos tras la toma del poder en agosto por parte de los talibán.
De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), 22,8 millones de personas en Afganistán, de una población de aproximadamente de entre 39 y 40 millones, se enfrenta al hambre y a la inseguridad alimentaria, mientras que el PMA estima que al menos un millón de niños sufre desnutrición aguda.
Las autoridades instauradas por los talibán en Afganistán reclamaron en noviembre en una carta abierta al Congreso de Estados Unidos la retirada de las sanciones y la descongelación de los fondos del Banco Central para poder hacer frente a la crisis humanitaria en el país.
La misiva, firmada por el ministro de Exteriores afgano, Amir Jan Mutaqqi, y publicada por su portavoz a través de la red social Twitter resalta que “el pueblo afgano, tras lograr seguridad personal después de décadas de guerra, tiene derecho a la seguridad financiera”.
Sin embargo, el representante especial de Estados Unidos para Afganistán, Thomas West, rechazó el sábado la última petición de los talibán al considerar que su conquista del país por la fuerza les ha negado toda legitimidad hasta que demuestren su capacidad para emprender una transición democrática.
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