La mayoría del gas natural licuado importado a Europa en 2023 proviene de operaciones de fractura hidráulica en Estados Unidos

MADRID, 24 (SERVIMEDIA)

La mayoría del gas natural licuado (GNL) importado a Europa desde Estados Unidos en 2023 procede de operaciones de ‘fracking’ (técnica de extracción de gas o petróleo mediante la presión hidráulica), según revela el informe ‘Europa, presa del fracking: la verdad tóxica tras la obsesión europea por el GNL’, realzado por Food & Water Action Europe, la red Gas No es Solución y de la que forma parte Ecologistas en Acción.

El análisis muestra los costes medioambientales y sociales asociados a la dependencia europea del gas estadounidense procedente del ‘fracking’.

Así, Ecologistas en Acción denunció que las operaciones de ‘fracking’ y GNL no solo “agravan” la crisis climática, sino que también se cobran “un alto precio” en las comunidades de personas que viven impactos climáticos específicos de su región de EEUU, residentes cerca de los emplazamientos de ‘fracking’ y de las terminales de GNL.

Además, de 2021 a 2023, las importaciones estadounidenses de GNL se triplicaron. España, Países Bajos y Francia son los principales importadores de GNL estadounidense de la Unión Europea (UE) en 2023, con más de 38.000 millones de metros cúbicos de gas, lo que representa más del 60% de todas las importaciones estadounidenses de GNL a la UE.

Las importaciones del año pasado en la UE-27 ascendieron a 64.000 millones de metros cúbicos, lo cual es casi la mitad de las totales de GNL del bloque.

En particular, la mayor parte del gas de fracturación hidráulica procede de terminales de exportación de la costa del Golfo, sobre todo de Texas y Luisiana, según detalla el informe. “El voraz apetito de la UE por el GNL tiene un grave coste para los derechos humanos, perpetúa la degradación medioambiental y exacerba las desigualdades sociales”, declaró el responsable de la campaña de gas de Food & Water Action Europe, Enrico Donda.

También, Donda añadió que “al encerrarnos en contratos de GNL a largo plazo e invertir en nuevas infraestructuras de gas, traicionamos tanto nuestros compromisos climáticos como el imperativo de abandonar los combustibles fósiles”.

Igualmente, el informe expone la “paradoja” de los países de la UE: mientras seis de los 13 países importadores de GNL de la UE prohibieron la fracturación hidráulica en su territorio por motivos medioambientales y sanitarios, siguen importando gas fósil de fracturación hidráulica.

En este contexto, desde Ecologistas en Acción dijeron que “la solución a los elevados precios de la energía y a la crisis del coste de la vida pasa por una transición rápida y justa hacia energías 100% limpias, no por seguir profundizando en la dependencia de los combustibles fósiles sucios, que solo empeoran las injusticias sociales y el cambio climático mientras enriquecen a la industria de los combustibles fósiles”.

Por su lado, la coordinadora del Área de Energía de Ecologistas en Acción, Marina Gros Breto, alertó de que “necesitamos alejarnos de los combustibles fósiles de forma rápida, justa y para siempre con el fin de lograr la justicia climática y social”.